Uñas frágiles
Calienta en un recipiente un poco de aceite de ricino y, cuando esté templado, sumerge las uñas dentro durante 20 minutos.
Haste un tratamiento reconstituyente con productos que contengan vitaminas del grupo B y cinc.
Antes de acostarte unta las uñas con jugo de limón mezclado con aceite de oliva virgen, a partes iguales. Aplica esta mezcla caliente a partir de la base de la uña. Ponte unos guantes de algodón.
Corta dos rodajas de piña natural y licualas, añade 10 gotas de aceite de oliva. Repartela en dos recipientes e introduce las uñas durante unos 15 minutos.
Untalas con jugo de naranja o de limón con miel.
Añade al esmalte de uñas una o dos gotas de formol.
Corta un limón por la mitad y mete las uñas entre la pulpa. Espera 10 minutos y dejalas secar.
Come diariamente, en la comida, una cucharadita de semillas de sésamo.
Uñas quebradizas
Frota tus uñas con ajo.
Sumergelas cinco minutos al día con aceite de oliva.
Aplica aceite de oliva una vez a la semana, ponte unos guantes y deja que actúe toda la noche.
Hierve romero con agua, luego introduce las uñas en el agua lo más caliente posible. Hacerlo dos veces por semana.
Pon a hervir medio litro de aceite de oliva y media cebolla, déjalo cocer a fuego lento durante 20 minutos. Déjalo enfriar y cuando se pueda aguantar la temperatura, introduce los dedos y mantelos durante media hora. Guarda el aceite y repite la operación cada noche.
Prepara una crema con yema de huevo y la pulpa de medio aguacate triturado, aplica, deja actuar 30 minutos y enjuaga con agua templada.
Frota las uñas de vez en cuando con vaselina.
Cutículas
Al hacerte la manicura pon los dedos en agua tibia jabonosa para que las cutículas queden elásticas. Aplica crema emoliente alrededor. No cortes las cutículas, empujalas con un palito de naranjo hacia atrás hasta que desaparezcan.
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